Revestimientos de tierra

“Los muros y cerramientos (de tierra) pueden perdurar durante años si están convenientemente protegidos por morteros de revestimiento (…). Es necesario fijar la atención en tres puntos: en primer lugar, la zona de contacto con el suelo, en la que para evitar humedades se dispondrá un zócalo de piedra como continuación del propio cimiento, en segundo lugar en los bordes de la fábrica, en los que suelen colocarse elementos realizados con piedra o ladrillo de manera que contengan y compensen las tensiones horizontales de la fábica, al tiempo que refuerzan los puntos débiles; y en tercer lugar las cubiertas en las que se colocan elementos para repartir las cargas y aleros de gran vuelo realizados mediante hileras de ladrillo, tejaroces, canes de madera e incluso adobes”.

Diccionario de construcción tradicional tierra. CIAT

Proteger el muro con la materia local

Los revestimientos de tierra pueden recibir diversos nombres en función de su localización, como tarrajeo, embarrado o trullado.

La protección de los muros se ha realizado de forma histórica con la materia del lugar sin transformar, la tierra, a la cual se añadía proporciones de arena o fibras según requiriera la mezcla. La proporción necesaria se realizaba de manera intuitiva por el maestro albañil, pero en la actualidad se proponen una serie de test de revoco con los que podemos identificar las proporciones de arena y fibra adecuadas para la tierra con las que trabajamos, así como su adhesión al soporte, el color final o la textura que queramos del acabado.

Se aconseja que los revestimientos de tierra no superen un espesor de 2 cm, siendo recomendable entre 10-15 mm pues el peso de la materia haría que se desprendiera de la superficie de apoyo. El objetivo de aplicar distintas capas con granulometrías cada vez más finas es ir cerrando los poros, y conducir así la humedad del interior al exterior.

La forma de aplicarlos es utilizando capas sucesivas:

• Capa base o cuerpo de revestimiento: mínimo de entre 8 y 10 mm, es la capa que puede alcanzar mayor espesor. La granulometría utilizada en esta capa puede ir de 0 a 5 mm (arenas gruesas).
• Capa de acabado: puede ir de entre 4 y 8 mm, usando una granulometría de hasta 2 mm (arenas finas). Esta capa puede ser la final o llevar una capa decorativa encima. El aspecto para el acabado pueden ser:
  • Cepillado: después de pasar la talocha, la capa es cepillada antes de que el muro seque.
  • Talochada: se realiza el movimiento circular aportanto rugosidad al mortero.
  • Talochado con esponja: se utiliza una esponja con el fin de dejar vistos los granos y fibras de la capa.
  • Apretado, liso o estucado: se realiza con la talocha y finalmente se ejecuta con la llana o llanas japonesas de acero inoxidable. El aspecto es muy parecido al de un estuco de cal.
• Capa de decoración: de 2 a 3 mm como máximo, con granos de hasta 1 mm. Esta capa es puramente estética y dotará de color al revestimiento.

Sobre qué soportes. Algunas claves

Los revestimientos de tierra pueden ser aplicados prácticamente sobre cualquier soporte, solamente hace falta definir el tipo de revestimiento ideal para el mismo. Los criterios pueden ser desde las condiciones de la construcción (exposición a la intemperie, si existen fisuras, si hay diversidad de material, etc) hasta el material de soporte. Una vez determinadas las condiciones es necesario preparar el soporte para recibir este mortero:

• Sobre una superficie es de hormigón de cemento: se aplicará una capa de agarre de cemento muy aligerada antes del mortero de tierra, que será en varias capas desde una base muy granulosa hasta el acabado.
• Sobre piedra natural: se debe aplicar un mortero de cal antes del mortero de tierra.
• Sobre superficies duras y porosas como ladrillos: se puede aplicar el mortero de tierra o preparar la base con un ligante hidráulico antes del mortero de tierra.
• Sobre una superficie con diversidad de materiales: es necesario el uso de una malla que puede ser natural (de bambú, de panel de fibras, de cañas finas) o metálica (malla inoxidable). Las mallas se aplicarán en una capa intermedia entre la capa base y la capa de acabado.

Aditivos: las fibras y otros

El aditivo es un producto que se añade para cambiar y mejorar las características del revestimiento. Los aditivos se clasifican como polisacáridos, lípidos, proteínas y otros [argiles & biopolymères. Les stabilisants naturels pour la construction en terre].

Las fibras, clasificadas como polisacáridos, se han empleado de forma histórica a lo largo del mundo para actuar como armadura que evite la fisuración en el mortero, y repartir así estas grietas. Alrededor del mundo se utilizan diversas fibras, en muchas ocasiones fermentadas para favorecer la activación de la misma.

• Fibras vegetales: la más extendida es la paja triturada (30 mm en la capa base hasta 5mm en la capa de acabado). Se han utilizado además restos de cáñamo o lino, fibras de madera, fibras de arroz, etc.
• Fibras animales: se utilizaba pelos de animal, como la vaca o conejos para las capas de acabado.

Otros aditivos históricos

Los aditivos más populares en nuestro país pueden ser:

• Moñiga de vaca, de cabaño, de oveja o cabra: el poder de este aditivo radica en que los excrementos de estos animales están compuestos de hierbas no digeridas, de distintas tallas, que generan una armadura en el mortero. Esto genera una buena cohesión y aumenta la resistencia del revestimiento a las inclemencias.
• Sangre de animal
• Caseína

Guide des bonnes pratiques de la construction en terre crue

Revestimientos de tierra actuales

Si bien realizar una protección en tierra de manera tradicional se realizaba con talocha y llana, en la actualidad la aplicación de un revestimiento de tierra ha tomado otras formas, como la proyección, en la que se incorporan fibras de pequeños tamaños para su fijación. (Ejemplo Calyclay)

En la actualidad en nuestro país existen varias casas comerciales que venden la tierra preparada para su uso directo en paredes, como Ecoclay o Argiles Colades.